Oso panda
Nombre científico: Ailuropoda melanoleuca
Miden unos 150 cm de largo, más unos 10-15 cm de cola. Un panda adulto puede llegar a pesar hasta 150 kg, siendo los machos un 10% mayores y un 20% más pesados que las hembras. Poseen un pelaje blanco con partes negras alrededor de los ojos, en las orejas, hocico, hombros y extremidades. Tienen unos molares anchos y planos así como una estructura ósea de la muñeca reforzada que, junto con el pulgar, le ayudan a sostener, romper y comer el bambú. Están clasificados como osos, ya que poseen el sistema digestivo de un carnívoro, pero cuyo organismo ha sido adaptado a una dieta vegetariana. Su sistema digestivo, por tanto, no está diseñado para procesar materia vegetal por lo que le cuesta extraer la celulosa del bambú, esto les obliga a comer enormes cantidades (entre 12 y 38 kg. al día) durante 14 horas, dejando de comer sólo cuando duermen o recorren distancias cortas. Además del clásico bambú, un 1% de su dieta se compone de otras plantas y de carne. Ocasionalmente los pandas cazan pequeños roedores. Por lo general, los pandas son animales solitarios. Cada adulto tiene muy bien definido su espacio vital en el que se mueve de forma regular. Aunque no son territoriales, las hembras no toleran a otras hembras en su espacio así como tampoco a otros pandas adultos. Reproducción: sus encuentros son escasos fuera de la breve etapa de apareamiento. La temporada de apareamiento es en primavera entre los meses de marzo y mayo, machos y hembras se unen por no más de 2 a 4 días. Alcanzan la madurez sexual entre los 5 años y medio y 6 años y medio. Una hembra puede aparearse con varios machos, que compiten entre ellos. Por su parte los machos buscan distintas hembras en celo. El periodo de gestación oscila entre los 97 y 163 días y normalmente dan a luz a una sola cría (el caso de los gemelos se suele dar en cautividad, cuando se utiliza inseminación asistida). La tasa reproductiva es de una cría cada dos años. Erróneamente, los pandas están considerados como pobres en tasa de reproducción, debido a su desempeño en cautividad. Sin embargo, estudios realizados sobre pandas en estado de libertad revelan que comparten tasas reproductivas más altas comparables con otras especies como los osos negros americanos. Un panda recién nacido pesa entre 90 y 130 gr. y tiene el tamaño de una barra de mantequilla. Los pandas dependen de sus madres durante los primeros meses de vida y dejan de ser amamantados a los 8 o 9 meses. La mayoría dejan a sus madres cuando estas vuelven a concebir, alrededor de los 18 meses. El ciclo de vida de un panda en libertad es de 14 a 20 años, si bien pueden llegar a vivir 30 años en cautividad. Los pandas se comunican con bastante frecuencia a través de la voz o la demarcación del territorio (marcan su camino dejando rastros de orina, hincando sus uñas en los troncos de los árboles o frotándose). Normalmente viven en el suelo, pero tienen la habilidad para trepar a los árboles. Si bien esta especie no hiberna, a menudo se traslada a latitudes más bajas en invierno y primavera.
Hábitat
Viven en bosques templados de hoja ancha y mixtos del Sudoeste de China (Gansu, Shaanxi, y las provincias de Sichuan hasta el este de la planicie tibetana). Según el último censo del Gobierno chino de 2015, ha aumentado el área de distribución de los pandas gigantes. El hábitat actual cubre una superficie de 2.577.000 hectáreas, un aumento del 11,8% desde 2003. El censo ha revelado que 1.246 pandas viven en el interior de reservas naturales (un 66,8% de la población salvaje) y el hábitat dentro de estas reservas supone un 53,8% del total. Existen en la actualidad 67 reservas naturales para el panda en China, 27 más que en 2003. Acaba de descender de “En peligro” a “Vulnerable” (datos de la UICN). La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha cambiado en 2016 el estado de la amenaza debido al 17% de aumento de población en la década anterior a 2014. DEFORESTACIÓN Y FRAGMENTACION DE SU HÁBITAT Su hábitat forestal, en las regiones montañosas del sudoeste de China, ha sido fragmentado, forzando así el aislamiento y la reducción de las poblaciones de osos panda. Los principales factores que alteran el hábitat de los pandas son la conversión de los bosques en áreas agrícolas, la recolección de hierbas medicinales, las talas, la cosecha del bambú y las actividades como el desarrollo de la energía hidráulica, la minería y la construcción de carreteras. Ya que los pandas no pueden migrar de un espacio a otro debido a la presencia de asentamientos humanos, sufren una menor flexibilidad para encontrar nuevas áreas para alimentarse en los periodos de escasez de bambú. Estas pequeñas poblaciones aisladas enfrentan un mayor riesgo de desnutrición, lo cual puede generar menor resistencia a enfermedades, dificultades en la reproducción, así como una menor capacidad para adaptarse a los cambios medioambientales.
LA CAZA FURTIVA
Aunque hay muy poca información sobre la dinámica y la dimensión de este mercado, se sabe que existe. Otra amenaza, resultado del tráfico ilegal, es que son heridos o mueren accidentalmente en trampas y cepos puestos para otros animales.