Oso polar
Los osos polares tienen la capacidad de caminar y nadar grandes distancias a través del hielo y sus aguas heladas. Son nadadores muy fuertes y hábiles debido a las ligeramente palmeadas y grandes patas delanteras que utilizan para remar. De hecho, algunos osos polares han sido vistos nadando a cientos de kilómetros de tierra, aunque probablemente cubren la mayor parte de esa distancia sobre las pequeñas capas de hielo que flotan en el mar.
Estos poderosos cazadores suelen depredar sobre las focas con las que comparten hábitat. En busca de las poblaciones de focas frecuentan zonas de hielo que se desplazan y se agrietan, así como acechan en los agujeros en la banquisa, ya que es allí donde las primeras pueden salir para respirar aire.
Debido a la continua y potencial pérdida de su hábitat, el hielo marino, como resultado del cambio climático, a partir de mayo de 2008, el oso polar fue considerado como especie amenazada en Estados Unidos, según la Ley de Especies en Peligro de Extinción.