Oso negro

El oso negro es el carnívoro más grande de México y es la única especie del género Ursus presente en el país, después de que en 1964 el oso gris mexicano (Ursus arctos nelsoni) fuera declarado extinto en México (De la Rosa, s.f.). El cuerpo del oso negro es robusto, las patas son largas, el hocico alargado y aunque su nombre indica que son de color negro también, existen individuos de color café oscuro o claro y hasta beige. Los machos miden entre 1.4 y 2 m de largo, mientras que las hembras son 20% más pequeñas y miden entre 1.2 y 1.6 m (Conabio, 2011). Esta especie está clasificada dentro del grupo de los carnívoros debido a la dentadura que presenta, sin embargo, estudios en los que se analiza la dieta han demostrado que son organismos omnívoros y que se alimentan de animales, plantas, insectos, entre otros.

Uno de los factores que ponen en peligro a la especie es la cacería y el comercio ilegal de los individuos, así como de algunas partes del cuerpo. Ésta es una gran problemática en Estados Unidos y Canadá, ya que con el tiempo ha incrementado. En México no se sabe el estado de esta situación porque no se tienen datos del número de individuos que se comercializan ni datos que indiquen que éste sea un problema mayor.

Los basureros son otra de las problemáticas, ya que los osos se alimentan de lo que encuentran ahí y lo asocian a fuentes de alimento. Esto ha ocasionado modificaciones en la conducta de los individuos, ya que visitan con mayor frecuencia los basureros y esto causa que las interacciones con humanos sean más comunes y que los atropellamientos aumenten debido a que los osos se trasladan a estas zonas de manera continua. Además, el consumo de basura también puede afectar la salud de los osos, causándoles enfermedades o infecciones ya que no están obteniendo los nutrientes necesarios y pueden ingerir materiales nocivos.