Lince ibérico
El lince ibérico es uno de los felinos que se encuentran en peligro de extinción, ya que solo quedan ejemplares en Andalucía, concretamente en el Parque Nacional de Doñana, Sierra de Cazorla y Sierra de Andújar y en los Montes de Toledo de Castilla la Mancha. Fue declarada especie en peligro de extinción en el año 1986 por el centro de seguimiento de la UICN y en España, estando categorizada como especie en peligro desde el 5 de abril de 1990. Otro de los felinos que hoy en día también se encuentra en peligro de extinción es el leopardo de las nieves.
¿Cómo es el lince ibérico?
Esta especie del sur de España pertenece a la familia de los felinos, caracterizándose por un aspecto fuerte y robusto, pero muy ágil para moverse y cazar a sus presas. De entre sus principales características se pueden destacar las siguientes: Posee patas largas que le ayudan a coger bastante velocidad. Tiene orejas puntiagudas con pelo rígido y negro. Sus colores varían entre el color pardo a tonos más grisáceos. Además, su corta cola termina, generalmente, con una borla negra en su extremo. Es un animal carnívoro y se alimenta generalmente de conejos. Los machos suelen llegar a los 12 kilos, mientras que las hembras no superan los 10. El lince ibérico es la especie de lince más pequeña y menos pesada.
¿Cómo vive el lince ibérico?
El lince ibérico es una especie que habita solo en el Parque Nacional de Doñana, en Andalucía, aunque con anterioridad, también se encontraba en zonas del Mediterráneo y Galicia. Esta especie prefiere asentarse en lugares donde haya muchas hierbas y matorrales, principalmente con abundancia de madroño o lentisco y árboles como la encina o el alcornoque. ¿Cómo son sus hábitos de vida? Suele ser un animal solitario, menos en época de celo que siempre está con su pareja. La época de celo de estos ejemplares es en el más frío de los inviernos de España, concretamente entre enero y febrero. Las parejas de linces cavan sus madrigueras en zonas escondidas, que tengan matorrales y troncos de árboles, entre otros arbustos, que les permitan estar lo más protegidos posible de amenazas externas. Suelen cambiar de madrigueras al mes de construirlas. Para los linces existen zonas vitales como las de monte bajo, que utilizan para el descanso, y otras zonas donde existe mayor cantidad de presas. Viven de manera solitaria y territorial, siempre alejados de la actividad humana. Pasan mucho tiempo descansando debido a las altas temperaturas que asolan a esta Comunidad Autónoma en verano y primavera. Se alimentan principalmente de conejo, pero también puede hacerlo de perdiz y otros roedores. Durante el invierno los linces pueden mantenerse activos hasta 24 horas al día, pero en el resto de estaciones se encuentra más inactivos por las condiciones meteorológicas. Además, estos ejemplares suelen actuar por las noches en lugar de hacerlo de día. Un ejemplar como el lince ibérico alcanza su madurez sexual al año y medio y llega a vivir entre 10 y 15 años.
¿Cuál es su nivel de peligro de extinción?
Actualmente su población en la Península Ibérica es muy reducida. Es difícil estimar la cantidad exacta de linces que existen, ya que en 2015 fue el último repunte de la población debido a las reintroducciones y a los programas especiales para su conservación. ¿Cómo ha ido disminuyendo la población de lince ibérico? Año 1960: se contabilizaron alrededor de 3.000 linces ibéricos en la Península. Principios de 2000: la población de linces ibéricos disminuyó hasta los 400 individuos. Año 2002: los ejemplares eran menos de 200. Marzo de 2005: un estudio reveló que los linces ibéricos no superaban los 100 individuos. Estos estudios se llevaron a cabo analizando los dos únicos focos de linces que se conocían hasta ese momento, Doñana y la Sierra de Andújar, en Jaén. En 2007 se encontraron 15 ejemplares en Castilla-La Mancha. Y en 2013 se confirmó la existencia de un pequeño grupo de linces en la provincia de Cáceres. En cualquier caso, en el año 2008 se estimó que en la Península habitaban entre 99 y 158 linces adultos, contando todos los focos que se habían encontrado. Actualmente, existen unos 400 linces ibéricos en la Península, un número muy bajo. Por este motivo la especie está catalogada como de estado crítico de extinción.
¿Cuáles son las amenazas del lince ibérico?
Al ser un animal en evidente peligro de extinción hay que tener en cuenta las múltiples amenazas a las que se enfrenta. Entre otras se destacan las siguientes. La acción humana Reducción de número de conejos Pérdida de hábitat La acción humana La principal amenaza es la mortalidad de los ejemplares producida por causas humanas como: atropellos con vehículos, caza furtiva, envenenamiento ilegal o instalación de cepos dirigidos a otras especies, entre otras. La carretera que une la localidad onubense de Matalascañas con el resto de poblaciones es uno de los lugares donde mayor número de linces mueren al año por atropellos. Aproximadamente cuatro de cada diez linces mueren en este lugar al intentar cruzar la carretera y para evitar estas muertes se han empezado a instalar ecoductos, que son pasos de fauna salvaje sobre carreteras que tienen vegetación que permiten conectar hábitats. Reducción de número de conejos La reducción de poblaciones de conejos, que son el 90% de su dieta, por enfermedades o por sobreexplotación del estrato herbáceo, hace que los linces ibéricos no sobrevivan. Pérdida de hábitat No hay que olvidar otros problemas como los forestales, las reforestaciones inadecuadas o la urbanización del medio rural. Todos estos están provocando que el lince ibérico pierda de forma progresiva su hábitat natural.
¿Cómo se intenta asegurar la supervivencia del lince ibérico?
Numerosas propuestas se han puesto en marcha para hacer crecer la población de lince Ibérico en España. Algunas de las más conocidas son: Construcción de puentes verdes. Cría en cautividad. La construcción de ecoductos (o puentes verdes) que eviten atropellos en las carreteras, son una de las medidas que pueden hacer disminuir las muertes, ya que los animales podrán desplazarse de un hábitat a otro a través de un puente con vegetación por encima de las carreteras. Así mismo, el programa de cría en cautividad asegura la conservación del material genético de la especie. Con una serie de animales reproductores en cautividad, se les aparea para que tengan crías que con el paso del tiempo se les reintroducirá en su hábitat natural. Actualmente el programa de cría se desarrolla en el Centro de Cría del Acebuche, que se encuentra en el Parque Nacional de Doñana y en el Zoobotánico de Jerez de la Frontera, en Cádiz. Estas instalaciones se utilizan para mantener a los ejemplares en cuarentena, para el mantenimiento de cachorros o para albergar a linces jóvenes o adultos. De esta forma se está intentando salvar la especie felina que está más amenazada en todo el mundo y que si todo sigue así podría desaparecer pronto.